Carmen Ollé (Paris, circa 1979) – Foto @LeoncioVillanueva.
Noches de adrenalina
Carmen Ollé
Tener 30 años no cambia nada salvo aproximarse al ataque
cardíaco o al vaciado uterino. Dolencias al margen
nuestros intestinos fluyen y cambian del ser a la nada.
He vuelto a despertar en Lima a ser una mujer que va
midiendo su talle en las vitrinas como muchas preocupada
por el vaivén de su culo transparente.
Lima es una ciudad como yo una utopía de mujer.
Son millas las que me separan de Lima reducidas a sólo
24 horas de avión como una vida se reduce a una sola
crema o a una sola visión del paraíso.
¿Por qué describo este placer agrio al amanecer?
Tengo 30 años (la edad del stress).
Mi vagina se llena de hongos como consecuencia del
primer parto.
Este verano se repleta de espaldas tostadas en el
Mediterráneo.
El color del mar es tan verde como mi lírica
verde de bella subdesarrollada.
¿Por qué el psicoanálisis olvida el problema de ser o no ser
gorda / pequeña / imberbe / velluda / transparente
raquítica / ojerosa…?
Del botín que es la cultura me pregunto por el destino
¿Por qué Genet y no Sarrazine?
o Cohn Bendit / Dutschke / Ulrike
y no las pequeñas militantes que iluminaban mis aburridas
clases en la U
ELSA MARGARITA SIRA
Marx aromaba en sus carteras como retamas frescas
qué bellas están ahora calladas y marchitas.
No conozco la teoría del reflejo. Fui masoquista
a solas gozadora del llanto en el espejo del WC
antes de que La muerte de la Familia nos diera el alcance
La desnudez de los senos, la obscenidad del
sexo, tienen la virtud de operar aquello con
lo que de niña, no has podido más que soñar,
sin poder hacer nada
Bataille
Margarita Elsa Sira se perdían en la avenida Venezuela
y colocaban carteles en la noche sobre paredes musgosas.
De día interrumpían las clases de metafísica con rabia
y aplaudíamos esos cabellos sudorosos y negros sobre
la espalda.
El que más se lava es el que más apesta como los buenos
olores son testimonio de una mala conciencia
como el grito es la figura de la timidez.
Portada de NOCHES DE ADRENALINA @CarmenOlle, Ediciones Sin Fin, Barcelona, 2015
HOTELES de Lima
en ellos la ciudad se pulveriza mediante el silencio
inventor de palabras y como la lluvia que ahora cae
sobre Menorca son sólo INSTANTES!
Losas empotradas en paredes metálicas sin luz
estudiantes = habitaciones inmundas
lavabos + amasijo de pelos & residuos de grasa
llegan hasta mí para impugnar esta limpieza
que me somete maniáticamente.
Despierto y me levanto de un catre viejo
estoy inclinada en el WC, el culo suspendido
he venido del brazo de mi compañero de clase por un solo
motivo
buscando a Sira a Elsa a Margarita.
La militancia no es una casa vieja del Rímac
pobre o hedionda
y aquí sin espejos ni tazas de mayólica aguantas
las ganas de orinar
o revientas.
La impotencia es silenciosa y corta
el flujo-
La lluvia cae sobre el espacio abierto del jardín
y estás dentro.
Bajo el cobertor
en brazos de la mística
el infeliz muere en la esquina rosada
gritan los pájaros fruteros violados
Dónde está el peso mayor del estar allí
en el estar o en el allí?
En el allí –que sería preferible llamar
un aquí- debo buscar primeramente mi ser?
Bachelard
Pues aquí estás tú, HOTELES de madrugada bañador
caminando en el azul metálico de una calle desierta
regresas y ventoseas en tu lecho
y otra vez aquí / allí = viento / molotov / pezuña del poli
Margarita Elsa Sira esta frase se cansa de evocarlas.
*
De mis contemporáneos me alejan las dificultades de no ser
trivial.
En la Gare du Nord cerré los ojos muy fuerte.
Vi París después de un viaje largamente sentada
en la butaca del ferrocarril con la pequeña en brazos
y la torre Eiffel partida por la niebla.
¿Qué son los Campos Elíseos o la Gioconda sino el ménage
delegado a las jóvenes muchachas del Tercer mundo?
Lavar pisos
refregar las estrellas
En un café del metro Odeón: una amante de Neruda
se divorcia y va en busca de una vida auténtica.
Su ex marido un solvente ingeniero la manda a paseo
y el pintor vagabundo y la dama burguesa nos filman
unos instantes de llanto y risa que encuadran
matemáticamente con el capuchino y el croissant al paso.
Evelyne era más suave
en su taller la madura holandesa nos mostró sus cueros
mi compañero dijo: -el grado cero de la pintura-
figuras de piel oscura
tonalidades de gris
y naranja
formas de vientre
de arco iris
África en pleno
Picasso decadentoso
o más tocable
claroscuro sobre
materia-materia
Venus estreñida arte analítico ubicar la vagina
y proyectarse en la página o en el pellejo del burro
lanzar dados
abrir el esfínter de la Venus
Evelyne no trabaja la materia-alusión
Evelyne: -el arte es mi droga-
el “para sí” es obsceno.
¿Escribir es una veleidad que dice o disiente
para una mujer casada?
¿Silvia Plath y su Hollywood sin ventanas
o las cartas revolucionarias de Diane di Prima?
La tierra pide ayuda, nuestros hermanos/
y hermanas arrinconan su infancia, se pre-
paran/
a la lucha, qué opción tenemos si
no la de unirnos a ellos, en sus manos/
está la supervivencia del mismo planeta
la salvación/ del sistema solar
¿La liberación del planeta parte de mi liberación?
y esta necesidad es elitista?
Un cuerpo que sufre insoportablemente exige
al margen del sistema solar y las estrellas
Portada primera edición de NOCHES DE ADRENALINA @CarmenOllé, Cuadernos de Hipocampo, Lima, 1981
Carmen Ollé
(Lima, Perú, 1947) es poeta, narradora y crítica. Noches de adrenalina fue publicado por primera vez en 1981.