Gary Snyder
Versiones Patricia Ogan Rivadavia y Esteban Moore-Prólogo Esteban Moore
Gary Snyder: poesía y naturaleza
En el paisaje agreste de la cuenca del río Yuba, al pie de la Sierra Nevada, en el estado de California, vive desde 1969 en una pequeña granja el poeta, traductor y ensayista Gary Snyder. Allí desarrolló la mayor parte de su obra.
Nació en 1930 en la ciudad de San Francisco. Sus padres, debido a la crisis económica producida por la Gran Depresión, debieron trasladarse a King’s County en el estado de Washington, donde trabajaron en una granja. Allí Snyder vivió en una comunidad rural donde la presencia de la naturaleza, el paisaje de la costa oeste norteamericana, eran una experiencia cotidiana. En 1942, luego del divorcio de sus padres, se mudó con su madre a Portland, en el estado de Oregon, donde ella ejerció el periodismo en un diario regional y él fue contratado como cadete. En esta ciudad adhirió a una asociación local interesada en la defensa del hábitat natural, con cuyos miembros realizó excursiones a los bosques y montañas de la región, lo que le permitió observar el paisaje circundante desde otra perspectiva. La vida al aire libre se convertiría en una de sus actividades preferidas. Luego de finalizar sus estudios secundarios se inscribió en la Universidad Reed en Portland, estado de Oregon, donde conoció a los poetas Philip Whalen y Lew Welch. En sus años universitarios se interesó por las culturas nativas del noroeste. Realizó una investigación sobre sus costumbres y creencias, particularmente las de los habitantes de la reserva indígena de Warm Springs, en la zona central de Oregon, que presentó como su tesis final: Las Dimensiones de un Mito. Se graduó con un título en Literatura y Antropología. En ese período de su vida, durante las vacaciones de verano, trabajó como obrero en aserraderos, fue vigía de incendios para el Servicio Forestal, y marino mercante, empleo al que recurriría ocasionalmente cuando su situación financiera lo requería mientras vivió en Japón. Posteriormente, su interés por la antropología lo llevó a inscribirse en la Facultad de Antropología de la Universidad de Indiana. Sin embargo, al cabo del primer semestre abandonó estos estudios, decisión en la que tuvo vital importancia su lectura de la obra de D.T. Susuki.
Atraído por el clima cultural de la ciudad de San Francisco y con la intención de sumergirse en la creación poética, se dirigió allí, instalándose en la casa de Philip Whalen, quien también tenía una gran inclinación hacia el Budismo Zen.
En San Francisco conoce a los poetas que protagonizaron el Renacimiento Poético de San Francisco: Kenneth Rexroth, William Everson, Jack Spicer, Robin Blaser, Michael McClure, Lawrence Ferlinghetti, Madeleine Gleason, Helen Adam, Philip Lamantia y Lew Welch, entre otros.
En esta ciudad, considerada el portal a Oriente de los Estados Unidos de América y llamada por Karl Shapiro “el último refugio de los bohemios”, se desarrollaba una intensa, frenética y diversa actividad cultural que galvanizó lo que posteriormente sería bautizado como el Renacimiento Poético de San Francisco, cuyos protagonistas abrirían nuevos caminos en lo concerniente a la creación poética, que incorporaría definitivamente el ritmo y la dicción del habla coloquial que ya nunca se ausentaría del discurso poético: “…la propia voz de la vida como la escuchó/ Walt Whitman…” [1]
En octubre de 1955 Allen Ginsberg organiza una lectura de poesía en la Galería de Arte Six, sin prever las consecuencias que esta habría de tener en el futuro cercano. Según Gary Snyder, en esa ocasión se produce “un punto de inflexión en la poesía norteamericana”. [2]
La noche del 7 leyeron sus textos Michael McClure, Gary Snyder, Philip Whalen, Philip Lamantia y Allen Ginsberg, mientras que Kenneth Rexroth se ocupó́ de coordinar la mesa y actuar como maestro de ceremonias. Entre el público estaban Ferlinghetti y Kerouac. En esa ocasión Ginsberg leyó ‘Aullido’, cantó sus versos, los gimió́, y en el final de su lectura parecía estar al borde del llanto. Con ‘Aullido’ no sólo comienza un momento en la literatura norteamericana, sino también un nuevo estilo de composición. Al respecto, Ginsberg declara que él sigue el modelo de Kerouac —el Kerouac poeta[3] — y que su objetivo es calcar en la página los pensamientos de la mente y sus sonidos. Esta actitud según él debe ser entendida como la “escritura de la mente”.
Durante su estadía en San Francisco, Snyder conoció a Allen Ginsberg, quien le presentó a los poetas que conformarían el núcleo del universo beat. Snyder a su vez lo introduciría en el mundo espiritual del budismo. Entre sus nuevas amistades es importante la de Jack Kerouac, con quien realiza una excursión en octubre de 1955 al Parque Nacional Yosemite, en la Sierra Nevada de California, con el plan de escalar distintas montañas, entre ellas el Monte Matterhorn, cuyo pico alcanza los 3.700 metros de altura. Allí́ acamparon durante varios días, que dedicaron también a ejercitarse físicamente, meditar, beber y discutir distintos aspectos del budismo. Kerouac registrará esta experiencia en su novela Los vagabundos del Dharma (The
Dharma Bums, 1958), dedicada al poeta chino Han Shan. En ella Jack Kerouac y Gary Snyder, personificados en la ficción como Ray Smith y Japhy Ryder, revivirán las largas conversaciones sostenidas alrededor de la fogata de su campamento en la montaña, en las que manifestaban sus diferencias respecto de su entendimiento de la tradición budista. Luego de esta experiencia, Snyder le dijo que ya era tiempo de que escribiera un Sutra[4] a la manera de los discursos budistas. Kerouac lo hizo rápidamente y luego revisó el texto, expresando que en este caso en particular, al tratarse de una escritura
religiosa, él no tenía el derecho a la espontaneidad que caracteriza su obra. La amistad entre ellos y Ginsberg quedó documentada en un extenso intercambio epistolar en el que compartirían sus lecturas, encuentros y desencuentros referidos a sus poéticas personales, manifestando su interés en la búsqueda de nuevas técnicas enunciativas uno de cuyos objetivos era rescatar la vivacidad, la espontaneidad y el vigor del habla coloquial, “nuestra lengua vernácula”, como la definía Ginsberg.[5]
Entre los proyectos de Snyder se encontraba en primer lugar el de viajar al sudeste asiático. Para ello, a modo de preparación, se inscribió en el Departamento de Culturas y Lenguas Asiáticas de la Universidad de California en Berkeley, donde tomó clases de Chino y Literatura Clásica China. También comenzó allí, junto a Ch’en Shih-Hsiang, sus traducciones del poeta de finales de la dinastía Tang, Han Shan, un poeta mendicante y ermitaño cuyo nombre significa Montaña Fría, adoptado probablemente porque se retiró de la sociedad y vivió austeramente en chozas y cuevas en la zona de la Montaña Fría en la cordillera de Tiantiai al Sur de Shanghai.
En 1956, obtiene una beca del First Zen Institute of America, y parte hacia Japón donde residiría durante casi doce años. Se instaló en Kyoto en las inmediaciones del Templo Daitoku-ji (Templo de la Gran Virtud) donde asistía periódicamente a practicar el Zazen y profundizar sus conocimientos del budismo. Viviendo en Japón también visitó Indonesia y la India donde se encontró con Allen Ginsberg. En lo concerniente a la traducción virtió al inglés textos del poeta de vanguardia japonés Miyazawa Kenji (1896-1933) y pulió sus versiones de Han Shan (ca Siglo 8), quien fue en la opinión Sam Hamill, otro de sus traductores, un poeta que “se expresó de manera coloquial y desarrolló un estilo directo que no excluía la ofensa ni la sátira”.[6]
Snyder, así como los poetas Ezra Pound, Kenneth Rexroth y más tarde Sam Hamill, se acercaron a las culturas del Oriente. Lo suyo no fue un caprichoni una fascinación ante un importante universo poético relativamente desconocido en su país, mucho menos lo consideraron un simple instrumento en la construcción de sus propias poéticas. Entendieron que con ello contribuirían a ensanchar la mente y los alcances del pensamiento occidental. Ellos parecen coincidir en la consigna de que el poema debe funcionar como tal en su lengua adoptiva, acto que comprende que “los escritores son reescritos cuando su obra pasa de una tradición literaria a otra”.[7] Entre estos poetas debemos señalar que Snyder y Hamill tienen una ventaja comparativa respecto de otros traductores, pues profundizaron sus conocimientos del Zen y de las lenguas china y japonesa viviendo en Japón.
La traducción, nos dice Snyder, funcionó “como una práctica para instruir mi propio yo”[8]. A través de los años continuó traduciendo poetas chinos, incluyendo los textos más extensos de Po Chü-i, entre ellos, ‘El lamento de la mujer que ejecuta el laúd’ y una selección de poemas de la dinastía Tang que permanecen inéditos. Considera que una traducción verdaderamente competente requiere un esfuerzo de la imaginación casi tan intensa como la composición del original. Asimismo sostiene que el traductor que desea penetrar el territorio creativo del otro debe forzosamente penetrar imaginativamente su mente y su mundo. Este introducirse en esa otra realidad desde el punto de vista de un practicante del budismo Zen, influenciará profundamente su propia escritura. En este sentido reitera su idea de que el poeta debe extraer energía creativa de tradiciones arcaicas. Propone “una ruptura con la civilización como la concebimos actualmente.” Para él, “esta civilización es finalmente nuestro enemigo. El orden de esta sociedad en la que hemos vivido durante los últimos 4000 años ya no nos es de utilidad. La civilización judeo-capitalista-cristiana-marxista, particularmente, nuestra civilización occidental, de la cual el marxismo es sólo una pequeña parte, ha perdido el rumbo”.[9]
Kenneth Rexroth cree que Snyder: “es incuestionablemente el principal ideólogo y crítico que produjo la contracultura, pero no lo es ‘discursivamente’, sino como un poeta cuyos valores son expuestos en la experiencia fáctica del poema y su mediación con hechos concretos. La cultura muerta es desafiada no por juicios retóricos sino por ocurrencias de difícil asimilación”.[10]
En las últimas décadas Snyder se ha convertido en un reconocido vocero de la defensa del medio ambiente y de las culturas conscientes de la preservación del hábitat natural y de la tierra. Su vida austera en un medio natural y rural no tiene relación con la de aquellos que desde el medio urbano proponen mensajes lábiles y nunca han plantado un árbol. Él no adhiere simplemente al discurso de ‘regresemos a la naturaleza’, sino que vive austeramente en su granja rodeado por ella. Desde los años 70 ha compartido
su sensibilidad ecológica con el poeta y ensayista Wendell Berry, que también ha vivido gran parte de su vida en una granja. Dos hombres con una formación diversa, ambos con inclinaciones religiosas: Snyder un budista practicante, y Berry un cristiano confeso, quienes desde puntos de vista y opiniones distintas, residiendo en regiones muy alejadas la una de la otra, California y Kentucky, se han comprometido con el medio ambiente y con una cultura que atienda el cuidado del hábitat natural, preocupaciones e ideas personales de las que da cuenta una extensa correspondencia.[11]
Desde cánones diferentes, estos dos poetas afirman que para lograr su cometido, vivir en una relación más equilibrada con la naturaleza, es necesario desarrollar una nueva ética, una nueva estética y un nuevo estilo de vida. La poesía, el budismo Zen, la práctica diaria del Zazen, han influenciado el pensamiento ecológico de Snyder y viceversa, transformándolo en uno de los más destacados poetas de su país, y que tiene asimismo proyección internacional.
Quizás su mayor mérito es haber desarrollado un estilo original, reconocible, que ha absorbido, se ha apropiado, de tradiciones poéticas de otras culturas que renuevan su mirada sobre la propia. En este proceso, respecto de la poesía norteamericana, debe destacarse su interés en las poéticas de Ezra Pound y William Carlos Williams, poetas a los que admira por su oído y la manera en la que transcriben en la página la flexibilidad y musicalidad de la lengua.
El crítico Charles Altieri señala que a partir de los años 60, su poesía, juzgada “en términos estéticos, según las normas de la precisión, el juego imaginativo, nos brinda momentos de una profunda resonancia, una perspectiva renovada de temas metafísicos, volviéndolos relevantes y convincentes”.[12]
[1] Utilidad de la poesía, These Are My Rivers New & Selected Poems. Nueva York: New Directions, 1993.
[2] The Birth of the Beat Generation, Steven Watson. Nueva York: Pantheon Books, 1998.
[3] Jack Kerouac, Collected Poems, Library of America, New York, 2012.
[4] La escritura de la dorada eternidad, Alción, Córdoba, 2019.
[5] Kerouac: Selected Letters, Vol.1, 1995; Vol.2, 2000; Ed Anne Charters, Penguin, New York. TheSelected Letters of Allen Ginsberg and Gary Snyder,ed. Bill Morgan, Counterpoint, Berkeley, Ca. 2009.
[6] The Poetry of Zen, Sam Hamill & J.P.Seaton, Shambala, Boston and London, 2007
[7] Theo Herman, The Manipulations of Literature, Cromheld, London, 1985.
[8] Beat Writers at Work, The Paris Review, Modern Library, New York,1999.
[9] Ekbert Fass, Towards a New American Poetics: Essays and Interviews. Black Sparrow Press, Santa Barbara, CA., 1978.
[10] Kenneth Rexroth, With Eye and Ear, Herder & Herder, New York 1970.
[11] Distant Neighbors, Selected Letters of Wendell Berry and Gary Snyder, Counterpoint, Press, Berkeley, CA., 2015.
[12] Charles Altieri, Enlarging the Temple, New Directions in American Poetry during the 1960s, Bucknell University Press, Lewisburg, Penn., 1979
A mediados de agosto en la torre vigía del Monte Sourdough
Abajo en el valle el agua evaporada forma una neblina
tres días de calor, después de cinco días de lluvia
la resina brilla en las piñas de los abetos
Sobre rocas y prados
nubes de moscas nuevas.
No puedo recordar cosas que leí alguna vez
tengo unos pocos amigos, pero están en las ciudades.
Bebo agua de deshielo en un jarro de lata
veo millas abajo
a través del alto aire quieto.
Después del trabajo
La casilla y algunos árboles
flotan en la niebla que impulsa el viento
te saco la blusa
y caliento mis frías manos
en tus pechos.
te reís y te estremecés de frío
pelando ajos junto a
la cocina de hierro encendida.
entremos el hacha, el rastrillo,
la leña
nos recostaremos en la pared
uno contra el otro
el guiso se cuece a fuego lento
está anocheciendo
y bebemos vino.
La canción del viejo ciruelo del templo Tamba
Leña bajo el alero
sus bordes cortados parejos
Escamas de liquen plateado
en la corteza
del ciruelo
irregular, áspera, retorcida,
partes semipodridas
Se abren algunas flores:
minúsculos pétalos de un rosado intenso
tiernos y palpitan
otros capullos gordos.
Gordos capullos, ramitas verdes,
corteza gris con escamas;
las palomas deben
batir alas todas juntas
La música de las aguas corriendo
bajo los árboles
bajo las nubes
junto al río
en la playa,
“rutas marinas”.
ballenas grandes bestias de los trayectos marinos—
sal; agua
fría; fuego humeante.
vapor, cereal,
piedra, tablones de madera
punzones de hueso, pieles,
horquillas de bambú y cucharas.
cuencos sin esmaltar.
una banda alrededor del pelo.
más allá de las heridas.
me senté en una roca al sol,
mirando al viejo pino
mecerse
sobre la fina arena de río
de un blanco enceguecedor.
Lecho de roca
para Masa
Laguna de nieve derretida granito caliente
acampamos,
no pensamos en buscar otro sitio
dormimos una siesta
y abandonamos nuestras mentes al viento
sobre el lecho de roca, suavemente inclinado,
cielo y piedra,
enseñame a ser tierno
la caricia que casi se pierde–
roce de miradas–
pequeñísimos pasos–
que finalmente cubren mundos
de duro terreno
volutas de nubes y neblina
se juntaron en chubascos de verano
color azul grisáceo
tomamos té en la púrpura noche estrellada;
la luna nueva pronto se va a ocultar,
por qué lleva tanto
tiempo aprender a
amar,
reímos
y lloramos.
Piernas cruzadas
para Carole
Sentados con las piernas cruzadas cubiertos por el techo bajo de la carpa,
luz tenue, la cena terminada,
tomando té. Nosotros vivimos
en el seco viejo oeste
nos sacamos las camisas, piel desnuda
nos inclinamos tocamos labios—
viejas caricias.
El amor realizado, poemas, situaciones,
siempre renovadas, siempre lo mismo
vida tras vida,
como si Milarepa
construyera cuatro veces una torre de piedra
y que cada vez fuera como la primera.
Nuestro amor está mezclado con
rocas y arroyos,
latido, aliento, una mirada
se hace lugar en el remolino bamboleante.
Viviendo de esta manera antigua y clara
— chisporroteo de cenizas y brasas.
La brisa araña la lona de la carpa
un trago de té, encogidos sobre nuestros huesos,
nosotros dos aquí, pase lo que pase.
MID-AUGUST AT SOURDOUGH MOUNTAIN LOOKOUT
Down valley a smoke haze
Three days heat, after five days rain
Pitch glows on the fir-cones
Across rocks and meadows
Swarms of new flies.
I cannot remember things I once read
A few friends, but they are in cities.
Drinking cold snow-water from a tin cup
Looking down for miles
Through high still air.
AFTER WORK
The shack and a few trees
float in the blowing fog
I pull out your blouse,
warm my cold hands
on your breasts.
you laugh and shudder
peeling garlic by the
hot iron stove.
bring in the axe, the rake,
the wood
we’ll lean on the wall
against each other
stew simmering on the fire
as it grows dark
drinking wine.
AGED TAMBA TEMPLE PLUM TREE SONG
Firewood under the eaves
ends trimm’d even
Scaly silver lichen
on the plum
bark
Ragged, rough, twisted,
parts half-rotted
A few blossoms open:
rich pink tiny petals
soft and flutter;
Other fat buds.
Fat buds, green twigs,
flaky gray bark;
pigeons must all
Flap up together
RUNNING WATER MUSIC
under the trees
under the clouds
by the river
on the beach,
“sea roads.”
whales great sea-path beasts—
salt; cold
water; smoky fire.
steam, cereal,
stone, wood boards.
bone awl, pelts,
bamboo pins and spoons.
unglazed bowl.
a band around the hair.
beyond wounds.
sat on a rock in the sun,
watched the old pine
wave
over blinding fine white
river sand.
BEDROCK
for Masa
Snowmelt pond warm granite
we make camp,
no thought of finding more.
and nap
and leave our minds to the wind.
on the bedrock, gently tilting,
sky and stone,
teach me to be tender.
the touch that nearly misses–
brush of glances–
tiny steps–
that finally cover worlds
of hard terrain.
cloud wisps and mists
gathered into slate blue
bolts of summer rain.
tea together in the purple starry eve;
new moon soon to set,
why does it take so
long to learn to
love,
we laught
and grieve.
CROSS-LEGG’D
for Carole
Cross-legg’d under the low tent roof,
dim light, dinner done,
drinking tea. We live
in dry old west
lift shirts bare skin
lean touch lips—
old touches.
Love made, poems, makyngs,
always new, same stuff
life after life,
as though Milarepa
four times built a tower of stone
like each time was the first.
Our love is mixed with
rocks and streams,
a heartbeat, a breath, a gaze
makes place in the dizzy eddy.
Living this old clear way
—a sizzle of ash and embers.
Scratchy breeze on the tent fly
one sip tea, hunch on bones,
we two be here what comes.
Esteban Moore
(Buenos Aires en 1952). Poeta, ensayista y traductor. Autor de una decena de libros de poesía y varios volúmenes de poesía en traducción del inglés al castellano de distintos autores contemporáneos en lengua inglesa. En tanto como Cronista Urbano es coautor de títulos referidos al acervo patrimonial de la ciudad de Buenos Aires. Es miembro del consejo editorial de la revista Prometeo (Festival Internacional de Poesía de Medellín) y de la revista Poesía (Universidad de Carabobo, Valencia, Venezuela) y Colabora con revistas y diarios del exterior y sus ensayos han sido reunidos en libro.
Ha obtenido becas en categoría Letras en 1993 y 2016 del Fondo Nacional de las artes y su obra ha recibido diversas distinciones entre ellas: Premio poesía Fondo Nacional de las ARTES, Mención Premio Municipal de Poesía, Orden Alejo Zuloaga, otorgada por la Universidad de Carabobo, Valencia Venezuela. En 2007 el Fondo Metropolitano de las Artes y las Ciencias le otorgó una ayuda económica para la edición de su libro El avión negro y otros poemas.
En 1994 fue jurado del Premio de poesía Eisteddfod (Comunidad Galesa, Chubut) y en 2000 integró el Jurado de Crítica que otorga anualmente el Premio Fundación El Libro. Ha participado en diversas Ferias del Libro.
En poesía ha publicado: La noche en llamas (Buenos Aires,1982); Providencia terrenal (Buenos Aires,1983); Con Bogey en Casablanca (Buenos Aires, 1987); Poemas 1982-1987 (Buenos Aires,1988); Tiempos que van (Plus Ultra, Buenos Aires,1994); Instantáneas de fin de siglo (Graffiti, Montevideo, Uruguay, 1999, mención Honorífica Premio Municipal de Buenos Aires); Partes Mínimas (Editorial Martín, Mar del Plata, Argentina, 1999); Partes Mínimas y otros poemas (Buenos Aires, 2003, segundo premio de poesía, Fondo Nacional de las Artes); Antología poética (Buenos Aires, 2004, Colección Poetas Argentinos Contemporáneos, Fondo Nacional de las Artes), Partes Mínimas -uno/dos- (Alción, Córdoba, Argentina, 2006); El avión negro y otros poemas (Buenos Aires, 2007, Fondo Metropolitano de las Artes y las Ciencias), Veinte años no son nada (Alción, Córdoba, Argentina, 2010), Pruebas al canto (Textos de cartón, Córdoba, Argentina, 2012), Poemas -1982-2007- (Alción, Córdoba, Argentina, 2015).
Ha realizado la traducción de diversos autores de lengua inglesa: Lawrence Ferlinghetti, América desierta y otros poemas, Colección de Obras Representativas de la UNESCO (Ediciones Graffiti/Unesco, Montevideo Uruguay, 1996); James Laughlin, Los poemas de amor, (Mar del Plata, Argentina, 2001); Craig Czury, Tecnología Norteamericana y otros poemas (Buenos Aires, 2003); Charles Bukowsky, Una de las más ardientes y otros poemas (México,2004); Lawrence Ferlinghetti, Los Blues de la procreación y otros poemas ( Córdoba, Argentina, 2005); Sam Hamill, Ojos bien abiertos y otros poemas, (Valencia Venezuela, 2006); Jack Kerouac, Buda y otros poemas (Córdoba, Argentina,2008); John F. Deane, Lejano país y otros poemas (Córdoba, Argentina, 2011); Sam Hamill, Un canto Pisano (Córdoba, Argentina, 2011); Allen Ginsberg, Aullido y otros poemas (Córdoba, Argentina, 2012); Charles Bukowsky, Una de las más ardientes y otros poemas (Córdoba, Argentina, 2012), Raymond Carver, Vos no sabés qué es el amor y otros poemas (Córdoba, Argentina, 2015).
Asimismo tradujo a Joy Harjo, C.K. Stead, Liv Lundberg, Patricia Jabbeh Wesley y Chirag Bandel para la edición del XVII Festival de Poesía de Medellín (2007); Freedom TV Nyamubaya, Nguyen Bao Chan, Bassem Al Meraiby , Joe Woods y Gulrokhsar Safi; XVIII Festival de Poesía de Medellín ( 2008) y a Fatinah Quandil; Lenrie Peters; Fadhil Al Azzawi, XIX Festival de Poesía de Medellín ( 2009); Anne Waldman, Caroline Bird, Quamruzzaman, XX Festival de Poesía de Medellín, 2010.
En su condición de cronista urbano ha dado a conocer: Librerías de valor patrimonial de Buenos Aires, (Dirección de Patrimonio, Secretaría de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Buenos Aires, diciembre 2003) y Pizzerías de Valor Patrimonial de Buenos Aires, (Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, Buenos Aires, Junio 2006); ambos volúmenes realizados junto al artista plástico Horacio Spinetto.
En ensayo publicó: Primer Catálogo de Revistas Culturales de la Argentina (Ediciones Revista Cultura, auspiciado por la Secretaría de Cultura de la Nación y la Federación de Revistas Iberoamericanas, Buenos Aires, enero 2001) y ha dado a conocer en revistas y diarios textos sobre la obra de Alberto Girri, H.A. Murena, Horacio Salas, Lawrence Ferlinghetti, Allen Ginsberg y la poesía argentina contemporánea, reunidos en Versiones y apropiaciones (2012).
Ha colaborado con el ensayo ‘De la ranchería a la ciudad moderna’ en Argentina 1810-2010: Bicentenario, Secretaría de Cultura, Presidencia de la Nación, Buenos Aires, 2010.
Ha participado los festivales de poesía: Internacional de Montevideo, Uruguay (1993); Internacional de Medellín, Colombia (1995, 2005, 2010); Rosario, Argentina (1994); Encuentro de Escrituras del Mercosur, Asunción, Paraguay (2002) Festival de Cali, Colombia (2005); Encuentro de Escrituras, Maldonado, Uruguay (2006, 2007, 2008, 2009, 2011,2012,2013, 2014), Semana de las letras y la lectura (Rosario, Argentina, 2007), Encuentro Internacional de Poesía de Valencia, Venezuela (2006, 2012); V Semana Poética Universidad de Dickinson, Carlisle, Pennsylvannia, EEUU (2007), Festival de Bogotá, Colombia (2011); Festival Internacional de Córdoba (2012); Festival Internacional de Buenos Aires (2012), Festival Internacional de Lima (Lima, 2013) y Festival Internacional de Venezuela (Caracas,2015).
Asimismo fue invitado en 1990 a la escuela de poesía The Jack Kerouac School of Disembodied Poetics, fundada por Allen Ginsberg, donde inició un proyecto de traducción y en 1994, a la Schüle fur Dichtung in Wien , Viena Austria, donde expuso sobre poesía y traducción.
En 2005 y 2010 dictó en la Escuela de Poesía de Medellín seminarios sobre las poéticas de los Beats.
Fue invitado en 1990 a la escuela de poesía The Jack Kerouac School of Disembodied Poetics, fundada por Allen Ginsberg, donde inició un proyecto de traducción y en 1994, a la Schüle fur Dichtung in Wien , Viena Austria, donde expuso sobre poesía y traducción.
En 2005 y 2010 dictó en la Escuela de Poesía de Medellín seminarios sobre las poéticas de los Beats.
Colabora con publicaciones del país y del extranjero. Su obra ha sido parcialmente traducida al inglés, italiano, francés, alemán, lituano, portugués y albanés e incluida en diversas antologías.